La epilepsia se define por dos o más convulsiones no provocadas.
Estas convulsiones son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden afectar a una parte del cuerpo (convulsiones parciales) o a su totalidad (convulsiones generalizadas) y a veces se acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres. Su frecuencia también puede variar desde menos de una al año hasta varias al día.